Ruperto Zapata-Santellan

Ruperto Zapata-Santellan, 68, of Houston, Texas, was born on March 27, 1957, in San Luis Potosí, Mexico. He was a loving husband, father, grandfather, brother, uncle, and friend, known for his quiet strength, kindness, and unwavering devotion to his family.

He was the beloved husband of Maria Irene Zapata and proud father of Elizabeth Pesina, Ruperto Zapata Jr., and Anna Patricia Treviño. He was also a cherished grandfather to Katelynn, Christopher, Ivan, Jaden, Camila, Isaac, Izella, Mia, and Izeah — each of whom brought joy to his life and made him immensely proud.

In his younger years, Ruperto faced many challenges, but God touched his heart and delivered him from a troubled path. Through faith and perseverance, he became a better man — a devoted husband, a loving father, and a wonderful grandfather. His transformation is a testimony to God’s grace and the power of redemption.

Ruperto had a passion for working on cars and trucks and enjoyed keeping them clean and well-maintained. He had a deep love for music and could often be found listening to his favorite artists, including Little Joe, Flaco Jiménez, Tropical Panamá, Aniceto Molina, Fito Olivares, Rigo Tovar, and many others. Music brought him joy and accompanied him in every part of life, whether he was working, relaxing, or celebrating with family. He was also an avid soccer fan who especially loved cheering for Mexico’s national team.

He is survived by his siblings Sergio, Carlos, Eligia, Maria de Jesus, Felipa, and Herminia.

He was preceded in death by his parents, Marcelina Santellan de Zapata and Hilario Zapata Muñoz, as well as his brothers Jose, Miguel, and Alvaro.

Ruperto’s legacy of love, humility, and hard work lives on in the hearts of his family and all who knew him.

Psalm 34:4–6

I sought the Lord, and He heard me,

And delivered me from all my fears.

They looked to Him and were radiant,

And their faces were not ashamed.

This poor man cried out, and the Lord heard him,

And saved him out of all his troubles.

Ruperto Zapata-Santellán, de 68 años, residente de Houston, Texas, nació el 27 de marzo de 1957 en San Luis Potosí, México. Fue un esposo, padre, abuelo, hermano, tío y amigo amoroso, conocido por su fortaleza silenciosa, su bondad y su inquebrantable devoción a su familia.

Fue el amado esposo de Maria Irene Zapata y orgulloso padre de Elizabeth Pesina, Ruperto Zapata Jr. y Anna Patricia Treviño. También fue un abuelo muy querido de Katelynn, Christopher, Iván, Jaden, Camila, Isaac, Izella, Mia e Izeah, quienes llenaron su vida de alegría y lo hicieron sentirse inmensamente orgulloso.

En sus primeros años, Ruperto enfrentó muchos desafíos, pero Dios tocó su corazón y lo liberó de un camino difícil. A través de la fe y la perseverancia, se convirtió en un mejor hombre — un esposo devoto, un padre amoroso y un abuelo maravilloso. Su transformación es un testimonio de la gracia de Dios y el poder de la redención.

Tenía una gran pasión por trabajar en sus carros y trocas, y disfrutaba mantenerlos limpios y en buen estado. Amaba profundamente la música y se le podía encontrar escuchando a sus artistas favoritos, como Little Joe, Flaco Jiménez, Tropical Panamá, Aniceto Molina, Fito Olivares, Rigo Tovar y muchos más. La música le daba alegría y lo acompañaba en cada parte de su vida — ya fuera trabajando, descansando o celebrando con su familia. También era un gran fanático del fútbol y siempre apoyaba con entusiasmo a la selección de México.

Le sobreviven sus hermanos Sergio, Carlos, Eligia, María de Jesús, Felipa y Herminia.

Fue precedido en muerte por sus padres, Marcelina Santellan de Zapata y Hilario Zapata Muñoz, así como por sus hermanos José, Miguel y Álvaro.

El legado de amor, humildad y trabajo duro de Ruperto vive en el corazón de su familia y de todos los que lo conocieron.

Salmo 34:4–6

Busqué a Jehová, y él me oyó,

Y me libró de todos mis temores.

Los que miraron a él fueron alumbrados,

Y sus rostros no fueron avergonzados.

Este pobre clamó, y le oyó Jehová,

Y lo libró de todas sus angustias.